Con la celebración de la Octava del Corpus Christi, los vecinos de Cañero han tendido desde siempre a la decoración de sus puertas y fachadas ante el paso de la Sagrada Forma.

Para montar un altar no solo hace falta una biblia, el pan, las uvas o un par de candelabros, más allá de eso está el sentido espiritual y devocional de cada familia que decide montarlo. Y esque los vecinos de Cañero se reúnen desde muy temprano para preparar sus puertas y una vez terminado el altar las familias enteras se reunen entorno a él, esperando con fe a que el Señor llegue hasta su casa en forma de pan consagrado.

De esta forma se invitó a todos los vecinos a continuar con esta bonita tradición que antaño se forjó en nuestro barrio y sigue vigente con esencia de unión fraternal.

Para este año han sido 15 los altares que se han bendecido durante la solemne procesión.

¡Alabado sea Jesús Sacramentado!

Sea por siempre bendito y alabado.